Monday, April 17, 2017

Aunque los demonios fingen y hacen como si tuviesen la capacidad de predecir, nadie debe tener confianza en ellos ( San Antonio el Grande )

San Antonio el Grande nos enseña que «aunque los demonios fingen y hacen como si tuviesen la capacidad de predecir, nadie debe tener confianza en ellos.» Y continúa: «Algunas veces, antes de unos días, realmente comentan los nombres de los hermanos que encontramos después de pocos días. Y aquellos vienen, pero esto lo hacen los demonios no porque se interesan por ellos que les escuchan, sino para convencerles a tener confianza en ellos, y cuando ya les tienen en su mano, destruirlos… ¿Porqué, en qué nos tiene que extrañar, ya que ellos tienen cuerpos más ligeros que los hombres y en el camino adelantan a los que han visto a empezar el camino y les predicen? Esto lo predice hasta uno que esté montado a caballo, porque llega antes que el caminante…

»De la misma manera charlatanean algunas veces con las aguas de los ríos. Por ejemplo, ven caer en las tierras de Etiopía muchas lluvias, como conocen que de aquellas aguas se producen inundaciones por el río Nilo, antes de que llegue el agua a Egipto, corren antes y lo dicen… Pero si la divina Providencia mientras tanto piensa algo distinto en referencia a las aguas o para los que viajan -porque tiene la fuerza- los demonios se demuestran mentirosos y engañan también los que habían creído en ellos.

»Así se formaron los oráculos idólatras de los Helenos y de esta manera los engañaron en el pasado… Por sí mismos los demonios no conocen nada, sino que hacen como los ladrones, las cosas que ven a los demás, estas son las que transmiten. Más bien son meditadores que pronosticadores. Por lo tanto, si alguna vez predicen cosas verdaderas, tampoco entonces hace falta admirarles. Porque los médicos también por la experiencia que tienen de una enfermedad, generalmente deducen de sus experiencias y predicen el desarrollo de ella. Pero también los agricultores y los marineros hacen lo mismo. Ven el estado del tiempo y por la experiencia predicen que viene mal tiempo o bueno. Por eso uno no puede sostener que ellos predicen por inspiración divina, sino por experiencia y costumbre. Por lo tanto, si los demonios, por casualidad meditan las mismas cosas y las dicen antes, no por eso tenemos que admirarlos ni ponerles atención.
Cuerpo-figura

Los demonios en comparación con nosotros los hombres son espíritus incorpóreos e inmateriales, por eso no los percibimos con nuestros sentidos físicos. Pero en comparación con Dios que es totalmente incorpóreo, ellos tienen forma, figura y cuerpo. Son, pues, relativamente incorpóreos y se asemejan a los ángeles, con la diferencia de que sus cuerpos finos, inmaculados y etéreos que tenían antes de su caída los perdieron y adquirieron después una grosura. Se convirtieron «en algo materialmente finos, rencorosos y maliciosos».

Catecismo Ortodoxo 

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