Thursday, February 18, 2016

LA DIVINA LITURGIA DE SAN JUAN CRISÓSTOMO


S: Oh Rey Celestial, Consolador, Espíritu de Verdad, Tú que estás presente en todo lugar y todo lo llenas, Tesoro de Bienes y Dador de Vida, ven y haz en nosotros Tu morada. Purifícanos de toda mancha y salva nuestras almas, Tú que eres Bueno.
Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz y buena voluntad a los hombres. (3)
Señor, abre mis labios y mi boca proclamará Tu alabanza. (2)
Concluidos el Himno de la Gran Doxología y el Troparion
(o un Akatisto), el Sacerdote besa el Evangeliario, lo eleva con ambas manos, hace con él la señal de la Cruz sobre el Antimension todavía doblado y anuncia el principio del Servicio Divino proclamando:
Enarxis
S: Bendito sea el Reino del + Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.
El Sacerdote besa y deposita el Evangeliario sobre el Antimension.

Tiempo Pascual
S: Cristo resucitó de entre los muertos,
destruyendo la muerte con Su muerte.
Otorgando la vida, a los que estaban en la tumba. (2)
Cristo resucitó de entre los muertos,
destruyendo la muerte con Su muerte.
C: Otorgando la vida, a los que estaban en la tumba.

Gran Ektenia
S: En paz oremos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Por la paz que de lo alto viene y la salvación de nuestras almas, roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Por la paz de todo el mundo, la estabilidad de las Santas Iglesias de Dios y la unión de todas,
roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Por esta Santa Iglesia y los que en ella entran con fe, devoción y temor de Dios,
roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Por nuestro Padre y Metropolita (u Obispo) …….., la venerable orden de los Presbíteros y Diáconos en Cristo, todo el clero y el pueblo,
roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Por Madre ………, Iguméni del Monasterio Lavra Mambré y su comunidad monástica,
roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Por el Presidente de la República, las autoridades civiles y militares, roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.

S: Por esta ciudad, (Santa Casa o Monasterio u Hogar) todas las ciudades y todos los países y todos los fieles que en ellos habitan, roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Por la pureza de los aires, la abundancia de los frutos de la tierra y tiempos pacíficos, roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Por los navegantes y viajeros por tierra, mar y aire,
los enfermos, afligidos y cautivos y su salvación, roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Para que nos libre de toda aflicción, ira, peligro y necesidad, roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Ampáranos y sálvanos, Ten misericordia y consérvanos, oh Dios en Tu gracia.
C: Señor, Ten piedad.
S: Conmemorando a nuestra Santísima, Purísima, Bendita y Gloriosa Señora +Theotokos y siempre Virgen María…
C: Santísima Madre de Dios, guárdanos.
S: …y a todos los Santos, encomendémonos todos mutuamente los unos a los otros y toda nuestra vida
a Cristo nuestro Dios.
C: A Ti, Señor.

Oración de la Primera Antífona
S: Señor Dios nuestro, Tu poder es incomparable, Tu gloria es incomprensible, Tu misericordia es inmensurable, Tu amor por el hombre es inefable. Míranos con Tu entrañable compasión y a esta Santa Casa y concédenos las riquezas de Tus misericordias y de Tus compasiones, a nosotros y a los que juntamente con nosotros hacen oración.
Pues a Ti pertenecen toda gloria, honor y adoración, al + Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.
Primera Antífona
C: Por la intercesión de la Madre de Dios,
oh Salvador, sálvanos.
+ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Por la intercesión de la Madre de Dios,
oh Salvador, sálvanos.
Ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Por la intercesión de la Madre de Dios,
oh Salvador, sálvanos.
En las Fiestas del Señor y de la Santísima Virgen, se cantan las
antífonas propias; si no lo es, las típicas. En los domingos se
suele cantar también el Salmo 102.

Pequeña Ektenia
S: Más y más, en paz roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Ampáranos y sálvanos, Ten misericordia y consérvanos, oh Dios en Tu gracia.
C: Señor, Ten piedad.
S: Conmemorando a nuestra Santísima, Purísima, Bendita y Gloriosa Señora + Theotokos y siempre Virgen María…
C: Santísima Madre de Dios, guárdanos.
S: …y a todos los Santos, encomendémonos todos mutuamente los unos a los otros y toda nuestra vida a Cristo nuestro Dios.
C: A Ti, Señor.
Oración de la Segunda Antífona
S: Señor Dios nuestro, salva a Tu pueblo y bendice Tu
heredad, conserva la plenitud de Tu Iglesia, santifica a los que aman la hermosura de Tu casa, glorifícalos en cambio por Tu poder divino y no nos abandones a nosotros que ponemos en Ti nuestra esperanza.
Pues Tuyo es el poder y Tuyos son el Reino, la fuerza y la gloria, del + Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.

Segunda Antífona
C: Sálvanos, oh Hijo de Dios,
- Quien resucitaste de entre los muertos -,*
Te cantamos, Aleluya. (2)
*Entre semana al celebrar a un Santo: Tú que eres maravilloso en Tu Santos
En la Natividad: Tú que naciste de la Virgen
En la Circuncisión: Tú que fuiste circuncidado en el Cuerpo
En la Teofanía: Tú que Te manifestaste en el Cuerpo por nosotros
En la Presentación del Señor al Templo: Quien fuiste tomado en los brazos
de Simeón
En la Fiesta de la Santa Cruz: Tú que fuiste crucificado en el Cuerpo
En la Ascensión: Tú que ascendiste con gloria al Cielo
En Pentecostés: Oh Buen Consolador (No se dice “oh Hijo de Dios”)
En la Transfiguración: Tú que Te transfiguraste en el Santo Monte
En Grandes Fiestas se cantan las antífonas propias. También se suele cantar el Salmo 145 como Segunda Antífona.
C: Gloria al + Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Oh Verbo de Dios, Hijo Unigénito que eres inmortal,
Te dignaste para nuestra salvación, encarnarte de la Santa Madre de Dios y siempre Virgen María, y Te hiciste hombre sin alteración y fuiste crucificado, oh Cristo nuestro Dios y triunfaste de la muerte, por la muerte. Tú que eres uno de la Santa Trinidad,
glorificado con el Padre y el Espíritu Santo, sálvanos.

Pequeña Ektenia
S: Más y más, en paz roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Ampáranos y sálvanos, Ten misericordia y consérvanos, oh Dios en Tu gracia.
C: Señor, Ten piedad.
S: Conmemorando a nuestra Santísima, Purísima, Bendita y Gloriosa Señora + Theotokos y siempre Virgen María…
C: Santísima Madre de Dios, guárdanos.
S: …y a todos los Santos, encomendémonos todos mutuamente los unos a los otros y toda nuestra vida a Cristo nuestro Dios.
C: A Ti, Señor.
Oración de la Tercera Antífona
S: Señor que nos has concedido la gracia para que Te dirijamos estas oraciones comunes y unánimes, y has prometido que cuando dos o tres estén reunidos en Tu Nombre, les otorgarás sus peticiones, cumple ahora Tú mismo, las súplicas de Tus siervos como más les convenga, dándonos el conocimiento de Tu verdad en el tiempo presente y en el venidero la vida eterna.
Pues eres un Dios Bueno y Filántropo y a Ti rendimos gloria, al + Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.

Tercera Antífona
Las Bienaventuranzas o Tropario
C: Señor, acuérdate de mí cuando vengas en Tu Reino.
Bienaventurados los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los hambrientos y sedientos de la justicia,
porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los compasivos,
porque ellos serán compadecidos.
Bienaventurados los puros de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacificadores,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados son cuando los afrenten y persigan,
y digan todo lo malo contra ustedes mintiendo,
por causa mía.
Alégrense y alborócense,
porque su galardón es grande en los Cielos.
+ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

C: TROPARION correspondiente
Mientras el Coro entona “el Gloria” en las Bienaventuranzas o el Troparion de la Tercera Antífona, el Sacerdote se prosterna tres veces ante el Santo Altar. El Sacerdote toma luego el Evangeliario. Marchando por detrás del Altar en dirección de la derecha, sale por la Puerta Norte precedido por el Ceroferario y la Cruz. La procesión se para frente a las Puertas Reales.
La Pequeña Entrada
S: Señor, Dios nuestro, Tú has instituido en los cielos órdenes y milicias de Ángeles y Arcángeles para el servicio de Tu gloria, haz que a nuestra entrada se una la entrada de Tus santos Ángeles, que con nosotros concelebren y glorifiquen Tu bondad, pues a Ti pertenecen toda gloria, honor y adoración, al + Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
El Sacerdote traza la señal de la Cruz en dirección de las Puertas Reales y dice:
S: Bendita sea la entrada de Tus Santos,
ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
El Sacerdote besa el Evangeliario. Cuando el Coro ha concluido el último troparion, el Sacerdote alza con ambas manos el Evangeliario, hace con él la señal de la Cruz y exclama:
S: ¡Sabiduría! ¡Levantémonos!
El Sacerdote entra en el Santuario y deposita el Evangeliario sobre el Altar y canta con el coro:

Eisodikon
C: Vengan, adoremos y prosternémonos
delante de Cristo nuestro Dios.
Sálvanos, oh Hijo de Dios,
- Quien resucitaste de entre los muertos-,*
Te cantamos, Aleluya.
*Entre semana al celebrar a un Santo: Tú que eres maravilloso en Tus Santos
En la Natividad: Tú que naciste de la Virgen
En la Circuncisión: Tú que fuiste circuncidado en el Cuerpo
En la Teofanía: Tú que Te manifestaste en el Cuerpo por nosotros
En la Presentación del Señor al Templo: Quien fuiste tomado en los brazos
de Simeón
En la Fiesta de la Santa Cruz: Tú que fuiste crucificado en el Cuerpo
En la Ascensión: Tú que ascendiste con gloria al Cielo
En Pentecostés: Oh Buen Consolador (No se dice “oh Hijo de Dios”)
En la Transfiguración: Tú que Te transfiguraste en el Santo Monte
C: -Troparion de la Resurrección o de la Fiesta
-Troparion del Santo del día
-Troparion de la Iglesia
-Gloria al + Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
-Kontakion
-Ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
-Kontakion o Theotokion
Theotokion (Tono variable)
Firme Protectora de los Cristianos,
Abogada constante ante el Creador;
no rechaces las voces suplicantes de nosotros pecadores.
Sino en Tu bondad, ven rápidamente
a ayudarnos a los que te clamamos con fe.
Apresúrate a escuchar nuestra petición e interceder por nosotros,
oh Theotokos, pues Tú siempre proteges a los que te honran.
Variable, ver Calendario Litúrgico.

S: Roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
Entretanto el Sacerdote reza:
Oración del Himno Trisagio
S: Dios Santo, Tú descansas entre los santo y eres alabado por los Serafines con el Himno Trisagio, glorificado por los Querubines y adorado por todas las Potestades Celestiales. Tú has traído todas las cosas de la nada a la existencia, has creado al hombre a Tu imagen y semejanza y le has adornado con todos Tus dones. Tú das al suplicante sabiduría e inteligencia y no desprecias al pecador, sino que has instituido la penitencia para su salvación. Tú nos has hecho aptos a nosotros, Tus humildes e indignos siervos, de comparecer en este momento ante la gloria de Tu Santo Altar y ofrecer la adoración y glorificación que Te son debidas. Tú mismo, oh Señor, acepta de la boca de nosotros, pecadores, el Himno Trisagio y visítanos en Tu bondad. Perdónanos toda culpa voluntaria e involuntaria, santifica nuestras almas y nuestros cuerpos, y concede que Te adoremos en santidad todos los días de nuestra vida, por la intercesión de la Santa Madre de Dios y de todos los Santos que Te han agradado desde todos los siglos.
Pues eres Santo, oh Dios nuestro y Te rendimos gloria, al + Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.

Himno Trisagio
C: + Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal,
Ten piedad de nosotros. (3)
+ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Santo Inmortal, Ten piedad de nosotros.
S: ¡Dínamis!
C: + Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal,
Ten piedad de nosotros.

En las Fiestas de la Natividad y Teofanía, en su día siguiente
(si no es domingo) y en su Despedida, en el Sábado de Lázaro, en el Sábado Santo, en el Domingo de Pascua, en toda la Semana Brillante y en la Despedida Pascual, en Pentecostés y en su Despedida, en vez del Himno Trisagio se canta:
C: + Ustedes que fueron bautizados en Cristo,
de Cristo se han revestido. Aleluya. (3)
+ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
De Cristo se han revestido. Aleluya.
S: ¡Dínamis!
C: O si. De Cristo se han revestido. Aleluya.
+ Ustedes que fueron bautizados en Cristo,
de Cristo se han revestido. Aleluya.

El Sacerdote hace tres inclinaciones ante el Altar, se dirige hacia atrás del Altar y dice:
S: Bendito el que viene en Nombre del Señor.
Bendice la Cátedra detrás del Altar diciendo:
S: Bendito seas en el trono de gloria de Tu Reino, oh Tú,
que estás sentado sobre Querubines, perpetuamente,
ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Lectura de la Epístola
El Sacerdote se coloca del lado derecho de la Cátedra, viendo hacia al pueblo, el centro está reservado para el Obispo. El lector, llevando el Epistolario, se coloca en el centro de la solea mirando hacia el Altar.
S: ¡Estemos atentos!

En las Fiestas de la Adoración de la Santa Cruz y en su Despedida y en el Tercer Domingo de la Gran Cuaresma, se canta:
C: + Tu Cruz, veneramos oh Maestro
y Tu Santa Resurrección, glorificamos. (3)
+ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Y Tu Santa Resurrección, glorificamos.
S: ¡Dínamis!
C: + Tu Cruz, veneramos, oh Maestro
y Tu Santa Resurrección, glorificamos.

L: Entona el Prokeimenon del día.
S: ¡Sabiduría!
L: Lectura de la Carta del Apóstol San N…… a los N……
S: ¡Estemos atentos!
L: El lector se vuelve al oeste y canta el fragmento apostólico.
El Sacerdote en silencio incensa el Altar, el Santuario y al Clero presente en él. Ante el Altar el Sacerdote recita entretanto:
S: Señor Filántropo, haz resplandecer en nuestros corazones la purísima luz de Tu divino conocimiento y abre los ojos de nuestra mente, para que comprendamos la predicación de Tus enseñanzas evangélicas. Inculca en nosotros el temor de Tus benditos mandamientos, para que venciendo todo deseo carnal, nos conduzcamos en una senda espiritual, pensando y obrando todo lo que Te agrada.
Pues Tú eres la iluminación de nuestras almas y nuestros cuerpos, oh Cristo nuestro Dios y a Ti rendimos gloria junto con Tu eterno Padre y Tu Espíritu Santísimo, Bueno y Vivificador, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Al concluir el fragmento apostólico el Sacerdote bendice al lector
diciendo:
S: La paz esté contigo Lector.
L: Y con tu espíritu.
C: ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
(Con sus versos correspondientes.)

Lectura del Evangelio
S: ¡Sabiduría!
Levantémonos y escuchemos el Santo Evangelio.
La paz esté con todos ustedes. (Bendiciendo al pueblo.)
C: Y con tu espíritu.
S: Lectura del Santo Evangelio según San N……..
C: Gloria a Ti, Señor, gloria a Ti.
S: ¡Estemos atentos!
El Sacerdote lee el Evangelio y a su término, bendice al pueblo con el Evangeliario mientras el Coro canta:
C: Gloria a Ti, Señor, gloria a Ti.
El Sacerdote coloca el Evangeliario sobre el Antimension y predica la homilía. Al concluir la homilía las Puertas Reales se cierran y se entona la Ektenia de la Súplica Ferviente. Durante la Ektenia, el Sacerdote, después de hacer la Señal de la Cruz sobre el Antimension con el Evangeliario y de desdoblar parcialmente el Antimension, coloca el Evangeliario de pie ante el Tabernáculo.
Ektenia de la Súplica Ferviente
S: Digamos todos con todo nuestro corazón y con todo nuestro espíritu, digamos:
C: Señor, Ten piedad.
S: Señor Todopoderoso, oh Dios de nuestros padres, Te suplicamos, escúchanos y Ten piedad.
C: Señor, Ten piedad.

S: Ten piedad de nosotros, oh Dios, según Tu gran misericordia, Te suplicamos, escúchanos y Ten piedad.
C: Señor, Ten piedad. (3)
S: De nuevo roguemos por nuestro Padre y Metropolita
(u Obispo) N…, por los Presbíteros, Diáconos y todo el clero y por todos nuestros hermanos en Cristo.
C: Señor, Ten piedad. (3)
S: De nuevo roguemos por Madre N…….., Iguméni del Monasterio Lavra Mambré, y su comunidad monástica.
C: Señor, Ten piedad. (3)
S: De nuevo roguemos por el Presidente de la República, las autoridades civiles y militares.
C: Señor, Ten piedad. (3)
S: De nuevo roguemos por misericordia, vida, paz, salud, salvación y visitación de los siervos de Dios, N……. y por el perdón y remisión de sus pecados.
C: Señor, Ten piedad. (3)
S: De nuevo roguemos por los fundadores siempre memorables de este Santo Templo, (Santa Casa o Monasterio u Hogar) y por los siervos de Dios, N……, nuestros padres y hermanos difuntos, que descansan aquí y en todo lugar.
C: Señor, Ten piedad. (3)
S: De nuevo roguemos por los benefactores y bienhechores de este Santo y venerable Templo, (Santa Casa o Monasterio u Hogar) por los que sirven y los que cantan, y por todo el pueblo aquí presente, que espera de Ti, gran y abundante misericordia.
C: Señor, Ten piedad. (3)

S: Señor Dios nuestro, recibe esta súplica ferviente de Tus siervos y Ten piedad de nosotros, según la multitud de Tu piedad y envía Tus misericordias sobre Tu pueblo, que espera de Ti una gran y abundante misericordia,
pues eres un Dios Misericordioso y Filántropo y a Ti rendimos gloria, al + Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.
La Ektenia para los Difuntos puede recitarse aquí.
Ektenia por los Catecúmenos
Cuando asisten catecúmenos se hacen las siguientes oraciones:
S: Rueguen al Señor, catecúmenos.
C: Señor, Ten piedad.
Responde el Coro a cada petición sin interrupción.
S: Nosotros los fieles, roguemos por los catecúmenos,
para que el Señor tenga piedad de ellos.
Para que les instruya en la Palabra de la Verdad.
Para que les revele el Evangelio de la Justicia.
Para que los una a Su Iglesia Santa, Católica y Apostólica.
Ampáralos, sálvalos, Ten piedad de ellos y consérvalos, oh Dios, en Tu gracia.

S: Inclinen sus cabezas ante el Señor, catecúmenos.
C: A Ti, Señor.
S: Señor Dios nuestro, Tú habitas en lo alto y consideras a los humildes. Enviaste a Tu Hijo Unigénito, Jesucristo, nuestro Dios y Señor, para la salvación del género humano. Mira a Tus siervos los catecúmenos que inclinan sus cabezas ante Ti. Hazlos dignos en el tiempo oportuno, del baño de la regeneración, de la remisión de sus pecados y de la vestidura de la incorruptibilidad. Únelos a Tu Santa Iglesia, Católica y Apostólica y agrégalos a Tu rebaño elegido,
para que con nosotros, ellos glorifiquen Tu honorabilísimo y magnífico Nombre, del + Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.
Mientras dice la precedente exclamación, el Sacerdote extiende el
Antimension sobre el Santo Altar. Al pronunciar: “del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo…”, hace la Señal de la Cruz con la
esponja del Antimension sobre el mismo, la besa y la deposita
sobre su borde superior.
S: Todos los catecúmenos, salgan.
Salgan, catecúmenos.
Todos los catecúmenos, salgan.
Que no permanezca ningún catecúmeno.

***
LITURGIA DE LOS FIELES
Primera Oración de los Fieles
S: Todos los fieles, más y más, en paz
roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Te damos gracias, oh Señor de las Potestades, que nos has hecho dignos de presentarnos ahora ante Tu Santo Altar y postrarnos ante Tu compasión por nuestros pecados y por la ignorancia del pueblo. Recibe, oh Dios, nuestras súplicas y haznos dignos de ofrecerte ruegos, plegarias y sacrificios incruentos por todo Tu pueblo. Capacítanos a nosotros que nos has instituido en este ministerio, por el poder de Tu Espíritu Santo, para invocarte en todo tiempo y lugar, sin condenación y sin obstáculo, con el testimonio puro de nuestra conciencia, para que, escuchándonos, seas misericordioso con nosotros en la multitud de Tus bondades.
Ampáranos y sálvanos, Ten misericordia y consérvanos, oh Dios, en Tu gracia.
C: Señor, Ten piedad.
S: ¡Sabiduría!
Pues a Ti pertenecen toda gloria, honor y adoración, al + Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.

Segunda Oración de los Fieles
S: Más y más en paz, roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Más y repetidas veces nos postramos ante Ti y Te suplicamos, oh Tú que eres Bueno y Filántropo, que consideres nuestra petición: y purifica nuestras almas y nuestros cuerpos de toda mancha carnal y espiritual y concédenos acercarnos a Tu Santo Altar sin reprensión ni condenación. Concede además, oh Dios, a los que rezan
con nosotros, progreso en la vida, en la fe y en el entendimiento espiritual. Concédeles que Te adoren siempre con temor y amor, que participen de Tus santos Misterios sin reprensión ni condenación y que sean dignos de Tu Reino Celestial.
Ampáranos y sálvanos, Ten misericordia y consérvanos oh Dios, en Tu gracia.
C: Señor, Ten piedad.
S: ¡Sabiduría!
Para que guardados siempre con Tu omnipotencia, Te rindamos gloria al + Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.

Himno de los Querubines
C: Nosotros que representamos de un modo místico
a los Querubines y que cantamos el himno tres veces santo a la Trinidad Vivificadora, apartemos en este momento toda solicitud temporal…
… a fin de acoger al Rey de la Gloria.
S: Nadie que esté ligado por los deseos y placeres carnales es digno de presentarse o acercarse a Ti ni de servirte, oh Rey de la Gloria. Servirte es cosa grande y terrible, aún para las Potestades Celestiales. No obstante, por Tu inefable e infinito amor a los hombres, Te hiciste hombre sin cambio ni alteración, y Te hiciste nuestro Sumo Sacerdote, confiándonos la celebración de este Sacrificio litúrgico e incruento, como Señor de todas las cosas. Pues solamente Tú, oh Señor Dios nuestro, tienes dominio sobre las cosas celestiales y terrenales; Tú que Te asientas sobre el trono de los Querubines, Tú que eres el Señor de los Serafines y el Rey del Israel. Tú solo eres Santo y descansas entre los Santos. Por esto Te suplico a Ti, que eres el único Bueno y presto para escuchar: mírame a mí, Tu siervo inútil y pecador, y purifica mi alma y mi corazón de una conciencia maligna y capacítame, por el poder de Tu Espíritu Santo, ya que revestido estoy de la gracia del Sacerdocio, para poder presentarme a Tu Santa Mesa y celebrar el Misterio de Tu Cuerpo Santo y Purísimo y Tu Preciosa Sangre. A Ti me acerco, doblando mi cerviz y Te ruego: no vuelvas de mí Tu rostro, ni me rechaces de entre Tus hijos, sino hazme a mí Tu siervo pecador e indigno, digno de ofrecerte estos Dones. Pues Tú, Cristo nuestro Dios, eres Quien ofrece y es ofrecido; Quien recibe y es distribuido, y a Ti rendimos gloria juntamente con Tu Padre Eterno y Tu Espíritu Santísimo, Bueno y Vivificador, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

El Sacerdote reza tres veces el Himno de los Querubines haciendo una inclinación cada vez.
S: Nosotros que representamos de un modo místico a los Querubines y que cantamos el himno tres veces santo a la Trinidad Vivificadora, apartemos en este momento toda solicitud temporal, a fin de acoger al Rey de la Gloria, acompañado invisiblemente por legiones de Ángeles.
Aleluya. Aleluya. Aleluya.
El Sacerdote incensa alrededor del Altar, el Santuario y al clero, y desde las Puertas Reales, los iconos en el Iconostasio y al pueblo, rezando en secreto el Salmo 50 hasta el versículo 17. En seguida hace tres prostraciones ante el Altar, besa el Antimension y el Santo Altar y de nuevo hace tres prostraciones. Luego se vuelve hacia al pueblo e inclinado su cabeza dice:
Perdónenme hermanos a mí, pecador.
Todos: (En silencio) Que Dios te perdone y tenga
misericordia de ti.
Luego se aproxima al Altar de la Proskomidia, incensa los Santos Dones tres veces, los besa sin descubrirlos diciendo tres veces:
Oh Dios, purifícame a mí, pecador.
Llevando el Santo Diskos y el Santo Cáliz, sale en procesión solemne precedido por el Ceroferario y la Cruz.
Procesión de la Gran Entrada
S: De todos ustedes, que Dios el Señor se acuerde en Su Reino, perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.

(Los fieles inclinan la cabeza con devoción y respeto, diciendo para sí:
Señor, acuérdate de mí cuando vengas en Tu Reino.)
S: Que Dios el Señor se acuerde en Su Reino, de nuestro Padre y Metropolita (u Obispo) N…, de todo el clero, perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.
S: Que Dios el Señor se acuerde en su Reino, de Madre N..., Iguméni del Monasterio Lavra Mambré y de su comunidad monástica, perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.
S: Que Dios el Señor se acuerde en su Reino, del Presidente de la República, las autoridades civiles y militares, perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.
S: Que Dios el Señor se acuerde en Su Reino, de los fundadores y bienhechores de este Santo Templo, perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.
S: Que Dios el Señor se acuerde en Su Reino, de los siervos de Dios, N……. (vivos), que tengan la misericordia, vida, paz, salud, salvación, visitación y el perdón y remisión de sus pecados, perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.

S: Que Dios el Señor se acuerde en Su Reino, de los siervos de Dios, N... (difuntos), que han dejado esta vida con la esperanza de la resurrección y la vida eterna, perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.
S: Y de todos ustedes y de todos los Cristianos Ortodoxos, que Dios el Señor se acuerde en Su Reino, perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.
Todos: (En silencio) Que Dios el Señor se acuerde en Su Reino,
de tu Sacerdocio, perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: …acompañado invisiblemente por legiones de Ángeles.
Aleluya, Aleluya, Aleluya.
El Sacerdote coloca el Santo Cáliz sobre el Santo Altar a su derecha y el Santo Diskos a su izquierda, al lado del Cáliz diciendo:
S: El virtuoso José, habiendo bajado Tu purísimo Cuerpo del madero, lo envolvió en un sudario blanco, lo embalsamó con aromas y lo colocó en un sepulcro nuevo.
Estuviste en el sepulcro con el cuerpo, en el Hades con el alma, en el Paraíso como Dios con el ladrón, y sentado al mismo tiempo sobre un trono de gloria, oh Señor, llenaste con el Padre y el Espíritu Santo todos los lugares y no estabas circunscrito por ninguno.
¡Oh cuán vivificante, cuán más hermoso que el Paraíso y verdaderamente más espléndido que el tálamo real, se revela Tu sepulcro, oh Cristo, fuente de nuestra resurrección!

El Sacerdote quita los velos que cubren el Santo Diskos y el Santo Cáliz, los coloca a un lado del Altar, y cubre con el Gran Velo los Santos Dones, los cuales incensa tres veces, diciendo:
S: El virtuoso José, habiendo bajado Tu purísimo Cuerpo del madero, lo envolvió en un sudario blanco, lo embalsamó con aromas y lo colocó en un sepulcro nuevo.
Haz bien, Señor, en Tu beneplácito a Sión y edifíquense los muros de Jerusalén. Entonces Te complacerás en sacrificio de justicia, oblación y holocaustos, entonces ofrecerán becerros sobre Tu altar.
Se cierran las Puertas Reales.
Ektenia de la Súplica de los Fieles
S: Acabemos nuestra oración al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Por los preciosos Dones ofrecidos, roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Por esta Santa Iglesia y los que entran en ella con fe, devoción y temor de Dios, roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Para que nos libre de toda aflicción, ira, peligro y necesidad, roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Ampáranos y sálvanos, Ten misericordia y consérvanos, oh Dios, en Tu gracia.
C: Señor, Ten piedad.

S: Para que este día entero sea perfecto, santo, pacífico y sin pecado, pidamos al Señor.
C: Señor, concédelo.
S: Un Ángel de paz, fiel guía y guardián de nuestras almas y cuerpos, pidamos al Señor.
C: Señor, concédelo.
S: El perdón y la remisión de nuestros pecados y de nuestras faltas, pidamos al Señor.
C: Señor, concédelo.
S: Cuanto es bueno y útil para nuestras almas y cuerpos y la paz del mundo, pidamos al Señor.
C: Señor, concédelo.
S: Que acabemos el restante tiempo de nuestra vida en la paz y penitencia, pidamos al Señor.
C: Señor, concédelo.
S: Un fin cristiano de nuestra vida, pacífico, exento de dolor y de vergüenza y que hallemos una buena
justificación ante el temible tribunal de Cristo,
pidamos al Señor.
C: Señor, concédelo.
S: Conmemorando a nuestra Santísima, Purísima, Bendita y Gloriosa Señora + Theotokos y siempre Virgen María…
C: Santísima Madre de Dios, guárdanos.
S: …y a todos los Santos, encomendémonos todos mutuamente los unos a los otros y toda nuestra vida a Cristo nuestro Dios.
C: A Ti, Señor.

Oración de la Proskomidia
S: Señor Dios Todopoderoso y solo Santo, Quien aceptas el sacrificio de alabanza de los que Te invocan con todo corazón, acepta también la súplica de nosotros pecadores y admítela sobre Tu Santo Altar, capacitándonos para ofrecerte dones y sacrificios espirituales por nuestros pecados y por las ignorancias del pueblo. Haznos dignos de hallar gracia delante de Ti, para que nuestro sacrificio sea de Tu agrado y que el buen Espíritu de Tu gracia descienda sobre nosotros, sobre estos Dones presentados y sobre todo Tu pueblo.
Por las misericordias de Tu Hijo Unigénito, con Quien eres Bendito, junto con Tu Espíritu Santo, Bueno y Vivificador, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.
El Sacerdote viendo al pueblo lo bendice diciendo:
S: La paz esté con todos ustedes.
C: Y con tu espíritu.
S: Amémonos los unos a los otros,
para que confesemos de unánime acuerdo...
C: ...al + Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
Trinidad consubstancial e indivisible.

El Sacerdote hace tres prostraciones, besa los Santos Dones y el Altar, diciendo cada vez:
S: Te amaré, oh Señor, fortaleza mía.
El Señor es mi apoyo, mi refugio y mi libertador.
Me prosterno delante del + Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo, Trinidad consubstancial e indivisible.
Si concelebran varios Sacerdotes, en este momento se dan el ósculo de paz en el hombro, diciendo: Cristo está entre nosotros.
Y el que recibe el ósculo de paz contesta: Estuvo, está y estará.
S: ¡Las Puertas! ¡Las Puertas!
Con sabiduría estemos atentos.
Se abren las Puertas Reales. El Sacerdote levanta el Gran Velo que cubre los Santos Dones, lo tiene extendido y lo agita sobre ellos diciendo el Credo en secreto.

El Credo - El Símbolo de la Fe
Todos:

Creo en un solo Dios, Padre, Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra
y de todas las cosas visibles e invisibles.
Y en un solo Señor, Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios,
engendrado por el Padre antes de todos los siglos.
Luz de Luz, Dios Verdadero de Dios Verdadero, engendrado, no creado, consubstancial al Padre,
por Quien todo fue hecho.
Quien por nosotros los hombres
y para nuestra salvación,
bajó de los cielos y se encarnó del Espíritu Santo
y María la Virgen y se hizo hombre.

Y fue crucificado por nosotros bajo Poncio Pilato
y padeció y fue sepultado.
Y resucitó al tercer día, según las Escrituras.
Y subió a los cielos y está sentado
a la derecha del Padre.
Y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos
y Su Reino no tendrá fin.
Y en el Espíritu Santo, Señor y Dador de Vida,
que procede del Padre, que con el Padre y el Hijo
es juntamente adorado y glorificado,
que habló por los Profetas.
Y en la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica.
Confieso un solo bautismo
para la remisión de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos,
y la vida del siglo venidero. Amén.
La Santa Anáfora
S: Estemos de pie, con temor
y atentos para ofrecer en paz la Santa Oblación.
C: La misericordia de la paz,
el sacrificio de alabanza.
S: La gracia de nuestro Señor Jesucristo,
el amor de Dios Padre y la comunión del Espíritu Santo esté con todos ustedes.
C: Y con tu espíritu.
S: ¡Elevemos nuestros corazones!

C: ¡Elevados los tenemos al Señor!
S: ¡Demos gracias al Señor!
C: Digno y justo es adorar al + Padre y al Hijo
y al Espíritu Santo, Trinidad consubstancial
e indivisible.
Se cierran las Puertas Reales. Entre semana los fieles se
arrodillan.

La Gran Oración Eucarística
S: Digno y justo es cantarte, bendecirte, alabarte, darte
gracias, adorarte en todo lugar de Tu dominio, pues eres el Dios inefable, incomprensible, invisible, inconcebible, eterna e inmutablemente existente, Tú y Tu Hijo Unigénito y Tu Espíritu Santo. Tú nos has sacado de la nada a la existencia, y cuando habíamos caído nos levantaste de nuevo, y has hecho todo, hasta llevarnos al Cielo y otorgarnos Tu Reino venidero. Por todo ello Te damos gracias, a Ti y a Tu Hijo Unigénito y a Tu Espíritu Santo, por todas las cosas que conocemos y que desconocemos, y por todos los beneficios que nos han sido concedidos, tanto manifestaos como ocultos.
Te damos gracias por esta Liturgia que Te has dignado aceptar de nuestras manos, aunque Te asisten miles de Arcángeles y miríadas de Ángeles, los Querubines y los Serafines de seis alas y de muchos ojos, que se remontan en las alturas volteando…
…entonando el himno de la victoria,
proclamando, voceando y diciendo:

C: Santo, Santo, Santo, Señor Sabaoth,
Tu gloria llena los cielos y la tierra.
Hosanna en las alturas,
bendito sea el que viene en Nombre del Señor,
hosanna en las alturas.
S: Con estas bienaventuradas Potestades, oh Señor Filántropo, nosotros también clamamos y decimos: Santo eres y Santísimo, Tú y Tu Hijo Unigénito y Tu Espíritu Santo. Santo eres y Santísimo y magnífica es Tu gloria. Tú que amaste tanto al mundo que diste a Tu Hijo Unigénito para que no perezca todo aquel que en Él crea, sino que obtenga la vida eterna. El cual, después de haber venido y cumplido toda la dispensación para nosotros, en la noche que fue entregado o más bien, que se entregó a Sí Mismo por la vida del mundo, tomó pan en Sus Santas, Puras e Inmaculadas manos, y dando gracias lo bendijo, lo santificó, lo partió y lo dio a Sus Santos Apóstoles diciendo:
+ Tomen y coman, este es Mi Cuerpo,
que por ustedes es partido
para la remisión de los pecados.
C: Amén.
S: Del mismo modo, después de cenar, tomó el Cáliz diciendo:
+ Beban todos de ella, esta es Mi Sangre,
la del Nuevo Testamento,
que por ustedes y por muchos es derramada,
para la remisión de los pecados.
C: Amén.

S: Conmemorando por lo tanto este mandamiento salvador y todo cuanto ha sido verificado para nosotros: la Cruz, el Sepulcro, la Resurrección al tercer día, la Ascensión a los cielos, la Entronización a la diestra del Padre, el segundo y glorioso Advenimiento...
El Sacerdote cruza su mano derecha sobre su mano izquierda y eleva los Santos Dones, y hace con ambos la señal de la Cruz, diciendo:
S: ... Lo Tuyo de lo Tuyo lo ofrecemos,
por todo y por todos.
C: Te alabamos, Te bendecimos, Te glorificamos,
Te damos gracias Señor,
y Te dirigimos nuestras súplicas,
a Ti nuestro Dios.
Invocación del Espíritu Santo y la Consagración de los Dones
El Sacerdote coloca los Santos Dones en el Antimension, hace tres postraciones diciendo:
S: Oh Dios purifícame a mí pecador y Ten piedad de mí.
A la Hora Tercia, oh Señor, enviaste a Tu Espíritu Santo sobre Tus Apóstoles: no lo retires de nosotros, oh Bueno, sino renuévalo en nosotros, que Te oramos.
Crea en mí un corazón puro, oh Dios
y un espíritu recto renueva en mis entrañas.
A la Hora Tercia, oh Señor, enviaste a Tu Espíritu Santo sobre Tus Apóstoles: no lo retires de nosotros, oh Bueno, sino renuévalo en nosotros, que Te oramos.

No me arrojes de Tu faz y Tu Espíritu Santo
no me quites.
A la Hora Tercia, oh Señor, enviaste a Tu Espíritu Santo sobre Tus Apóstoles: no lo retires de nosotros, oh Bueno, sino renuévalo en nosotros, que Te oramos.
El Sacerdote inclina la cabeza ante los Santos Dones y dice la Invocación del Espíritu Santo con respeto y devoción.
Te ofrecemos también este culto racional e incruento y Te pedimos, rogamos y suplicamos, envía Tu Espíritu Santo sobre nosotros y sobre estos Dones presentados.
El Sacerdote, trazando la señal de la Cruz sobre el Santo Pan,
dice:
S: Y haz de este Pan el Precioso Cuerpo de Tu Cristo.
Todos: + Amén.
El Sacerdote, trazando la señal de la Cruz sobre el Santo Cáliz,
dice:
S: Y de lo que está en este Cáliz,
la Preciosa Sangre de Tu Cristo.
Todos: + Amén.
El Sacerdote, trazando la señal de la Cruz sobre ambos Dones,
dice:
S: Cambiándolos por Tu Espíritu Santo.
Todos: + Amén. Amén. Amén.

El Sacerdote se prosterna profundamente ante el Altar, y dice:
S: A fin de que sean para los que participen de ellos para la vigilancia del alma, remisión de los pecados, comunión de Tu Espíritu Santo, plenitud del Reino de los Cielos y confianza ante Ti, y para que no sean motivo de juicio y condenación.
Te ofrecemos también este culto racional por los
que han descansado en la fe, nuestros Progenitores, Padres, Patriarcas, Profetas, Apóstoles, Predicadores, Ascetas y por toda alma justa que haya fallecido en la fe.
Entre semana, los fieles que están de rodillas se ponen de pie. El Sacerdote incensando tres veces de frente los Santos Dones, añade:
S: Especialmente por nuestra Santísima, Purísima, Bendita y Gloriosa Señora, + Theotokos y siempre Virgen María.
El Sacerdote inciensa el Altar por sus cuatro lados. Al llegar
detrás de él, conmemora a vivos y difuntos, mientras el coro canta.
C: Verdaderamente es justo el celebrarte,
oh Madre de Dios.
Para siempre bienaventurada y exenta de pecado,
la Madre de nuestro Dios.
Tú eres más venerable que los Querubines,
más gloriosa que los Serafines.
Te celebramos a Ti que diste al mundo al Verbo Dios
sin dejar de ser Virgen,
y que eres la verdadera Madre de Dios.
En Grandes Fiestas se canta el Megalinario específico.

Entretanto, el Sacerdote continúa rezando:
S: Y por San Juan, Profeta, Precursor y Bautista; por los Santos Apóstoles, gloriosos y alabadísimos; por San (N……), cuya memoria celebramos hoy, y por todos Tus Santos, y por sus intercesiones visítanos, oh Dios.
Acuérdate Señor de todos los que duermen en la esperanza de la resurrección a la vida eterna, especialmente (N……), y hazlos descansar allí donde resplandece la luz de Tu Rostro.
Te suplicamos Señor, que Te acuerdes también de todo el Episcopado Ortodoxo que predica rectamente la palabra de Tu verdad; de todo el Sacerdocio y Diaconado en Cristo, y de todo el Orden Hierático y Monástico.
Te ofrecemos además este culto racional por el mundo entero, por la Santa Iglesia, Católica y Apostólica, por los que llevan una vida casta y santa, por las autoridades que nos gobiernan y por nuestros ejércitos, a fin de que vivamos en tranquilidad una vida apacible y calmada, con toda piedad y rectitud.

        Tiempo Pascual
El Ángel anunció a la doncella llena de gracia:
Alégrate, Virgen Pura.
De nuevo alégrate, Tu Hijo resucitó de la tumba.
Y con Él resucitó a los muertos.
Alégrense, oh Naciones.
¡Brilla! ¡Brilla! ¡Brilla, oh nueva Jerusalén,
la gloria del Señor, ha brillado sobre Ti!
Alégrate y danza y exulta oh Sión.
Resplandece, oh Purísima Theotokos,
en la Resurrección de Tu Hijo.

S: Acuérdate Señor, primeramente de nuestro Padre y Metropolita (u Obispo) N…….., concédele servir a Tus Santas Iglesias en paz, sano, salvo, honorable y en larga vida, predicando rectamente la palabra de Tu verdad.
C: Amén.
S: Y de los que cada uno de nosotros tiene en su mente,
y de todas y de todos.
C: Y de todas y de todos.
S: Acuérdate Señor, de esta ciudad en que moramos y de toda ciudad y país, y de todos los que en ellos habitan con fe.
Acuérdate Señor, de los navegantes, de los viajeros por tierra, mar y aire, de los enfermos, afligidos y cautivos, y de su salvación.
Acuérdate Señor, de los que traen ofrendas y
hacen el bien en Tus Iglesias, de los que se acuerdan de los pobres y envía sobre todos nosotros Tu misericordias.
Se presenta al Sacerdote el Antidorón que se distribuirá al final de la Divina Liturgia, para que lo bendiga, lo que hace trazando con el Antidorón la señal de la Cruz encima de los Santos Dones. Después de bendecirlos proclama:
S: Y concédenos que con una sola boca y un solo corazón glorifiquemos y alabemos unánimemente Tu honorabilísimo y magnífico Nombre del + Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.

El Sacerdote se vuelve hacia el pueblo y lo bendice diciendo:
S: Que las misericordias de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, estén con todos ustedes.
C: Y con tu espíritu.
Preparación de la Comunión
Ektenia antes del Padre Nuestro
S: Habiendo conmemorado a todos los Santos, oremos de nuevo en paz al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Por los preciosos Dones ofrecidos y santificados, roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Para que nuestro Dios Filántropo, que los ha recibido en Su Altar santo, celestial y místico, como la suave fragancia de un perfume espiritual, nos envíe en cambio la divina gracia y el don del Espíritu Santo, roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Para que nos libre de toda aflicción, ira, peligro y necesidad, roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Ampáranos y sálvanos, Ten misericordia y consérvanos, oh Dios en Tu gracia.
C: Señor, Ten piedad.

S: Para que este día entero sea perfecto, santo, pacífico y sin pecado, pidamos al Señor.
C: Señor, concédelo.
S: Un Ángel de paz, fiel guía y guardián de nuestras almas y cuerpos, pidamos al Señor.
C: Señor, concédelo.
S: El perdón y la remisión de nuestros pecados
y de nuestras faltas, pidamos al Señor.
C: Señor, concédelo.
S: Cuanto es bueno y útil para nuestras almas y cuerpos y la paz del mundo, pidamos al Señor.
C: Señor, concédelo.
S: Que acabemos el restante tiempo de nuestra vida
en la paz y penitencia, pidamos al Señor.
C: Señor, concédelo.
S: Un fin cristiano de nuestra vida, pacífico, exento de dolor y de vergüenza y que hallemos una buena justificación ante el temible tribunal de Cristo,
pidamos al Señor.
C: Señor, concédelo.
S: Habiendo pedido la unión de la fe y la comunión del Espíritu Santo, encomendémonos todos mutuamente
los unos a los otros y toda nuestra vida a Cristo nuestro Dios.
C: A Ti, Señor.

S: Te encomendamos Señor Filántropo, toda nuestra vida y esperanza y Te pedimos, suplicamos y rogamos: haznos dignos de participar de Tus Misterios celestiales y admirables en este Altar sagrado y espiritual, con una conciencia pura, para remisión de los pecados, perdón de las faltas, comunión del Espíritu Santo, herencia del Reino de los Cielos, confianza ante Ti, y no para juicio y condenación.
Y haznos dignos, oh Señor, de atrevernos a llamarte Padre, con confianza y sin miedo de condenación, a Ti, Dios celestial y decirte:
Todos:
Padre nuestro que estás en los Cielos,
santificado sea Tu Nombre.
Venga Tu Reino,
hágase Tu voluntad así en la tierra como en el cielo.
El pan nuestro de cada día dánosle hoy,
perdónanos nuestras deudas,
así como nosotros perdonamos a nuestros deudores,
y no nos dejes caer en la tentación,
más líbranos del mal.
S: Pues Tuyo es el Reino, el poder y la gloria, del
+ Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.
S: La paz esté con todos ustedes.
C: Y con tu espíritu.
S: Inclinemos nuestras cabezas ante el Señor.
C: A Ti, Señor.

S: Te damos gracias, oh Rey invisible, que por Tu infinito poder has creado todas las cosas y por la plenitud de Tu misericordia has traído todo de la nada a la existencia. Tú, oh Señor, mira desde el cielo sobre los que ante Ti inclinan sus cabezas, pues no las han inclinado ante la carne ni la sangre, sino ante Ti, Dios temible. Por tanto, oh Señor, haz que la presente Oblación sea eficaz para nuestro bien, según las necesidades de cada uno; navega con los navegantes, acompaña a los viajeros, sana a los enfermos, oh Tú que eres el médico de nuestras almas y cuerpos.
Por la gracia, las misericordias y el amor a la
humanidad de Tu Hijo Unigénito, con Quien eres Bendito, juntamente con Tu Espíritu Santísimo, Bueno y Vivificador, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.
S: Oh Señor Jesucristo Dios nuestro, escúchanos desde Tu Santa Morada y desde el trono de gloria de Tu Reino y ven a santificarnos, oh Tú, que en lo alto estás sentado con el Padre y que estás aquí presente con nosotros invisiblemente. Dígnate concedernos por Tu poderosa mano Tu Purísimo Cuerpo y Tu Preciosa Sangre y por nosotros, a todo el pueblo.
El Sacerdote hace tres prostraciones ante el Altar, diciendo cada
vez:
S: Oh Dios, purifícame a mí pecador y Ten piedad de mí. (3)
¡Estemos atentos!
El Sacerdote alza respetuosa y devotamente el Cordero con ambas
manos y hace la señal de la Cruz sobre el Santo Diskos y dice:

S: ¡Lo Santo para los Santos!
C: No hay más que un sólo Santo,
un sólo Señor Jesucristo,
en la gloria de Dios Padre. Amén.
El Kinonikón – Himno de la Comunión
C: Alaben al Señor, desde los cielos.
Alábenlo en las alturas.
¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
La Prósfora (el Santo Pan) lleva en su centro el sello con las letras IC XC NI KA, que significa "Jesucristo Vence." El Sacerdote prepara los Santos Dones para la Comunión, primero separa y divide el "Cordero" (el Pan consagrado) en cuatro porciones
IC, XC, NI, KA y dice:
S: El Cordero de Dios es partido y distribuido, dividido, más no desunido; siempre comido, y nunca consumido, que santifica a los que de Él participan.
Y deposita las cuatro porciones en el Santo Diskos ordenándolas en forma de Cruz, según la siguiente disposición:
IC …………….. colocada en el Santo Cáliz
NI KA ……..... para el pueblo
XC …………… para el clero
Y toma la porción superior IC y haciendo con ella la señal de la Cruz sobre y el Santo Cáliz dice:
La plenitud del Cáliz de la Fe y del Espíritu Santo. Amén.
Y la deja sumergir en el Santo Cáliz. El Sacerdote bendice el agua caliente, diciendo:
Bendito es el fervor de Tus Santos, perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Vierte suficiente agua en el Santo Cáliz en forma de Cruz, diciendo:
El fervor de la fe, lleno del Espíritu Santo. Amén.
El Sacerdote reza, inclinando devotamente la cabeza:
Oraciones de Preparación Para la Santa Comunión
Todos:
Creo y confieso, oh Señor, que Tú eres en verdad el Cristo,
Hijo de Dios Vivo, que has venido al mundo
para salvar a los pecadores,
de los cuales yo soy el primero.
Creo también que este es Tu mismo Purísimo Cuerpo
y que esta es Tu misma Preciosa Sangre.
Por lo tanto, Te imploro que tengas piedad de mí
y me perdones mis faltas voluntarias e involuntarias,
las cometidas de palabra y de obra,
con conocimiento o por ignorancia.
Y hazme digno de participar, sin condenación,
de Tus Purísimos Misterios,
para la remisión de mis pecados y la vida eterna. Amén.
Admíteme hoy como partícipe de Tu Cena Mística,
oh Hijo de Dios,
pues no revelaré Tu misterio a Tus enemigos,
ni Te daré un beso como Judas,
sino que como el ladrón Te confieso y Te digo:
Señor, acuérdate de mí en Tu Reino.
Que la comunión de Tus Misterios no sea,
oh Señor, juicio o condenación,
sino para curación de mi alma y de mi cuerpo.

El Sacerdote se vuelve hacia el pueblo y dice:
Perdónenme, hermanos.
Se acerca para comulgar del Santo Pan, diciendo:
He aquí que me acerco a Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios.
El Sacerdote toma la porción con las abreviaturas XC y depositándola en la palma de su diestra dice:
El Precioso y Santísimo Cuerpo de nuestro Señor, Dios y
Salvador Jesucristo, me es concedido a mí, N…….., indigno
sacerdote, para la remisión de mis pecados y para la vida eterna.
Amén.
Antes de beber del Santo Cáliz, dice:
La Preciosa, Santísima y Vivificadora Sangre de nuestro
Señor, Dios y Salvador, Jesucristo, me es concedida a mí N....,
indigno sacerdote, para la remisión de mis pecados y para la vida
eterna.
Y comulgando con tres sorbos, dice:
En el Nombre del Padre, (toma el primer sorbo) Amén.
Y del Hijo, (toma el segundo sorbo) Amén.
Y del Espíritu Santo (toma el tercer sorbo)
Ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Después de haber enjugado con la kálima los labios y el borde del
Cáliz, lo besa y dice:
He aquí que esto ha tocado mis labios,
y borrará mis iniquidades y limpiará mis pecados.
Divide las porciones NI y KA del Santo Cordero y las partículas restantes y las sumerge en el Cáliz para la comunión del pueblo, mientras dice:
Habiendo visto la Resurrección de Cristo, prosternémonos ante el Santo Señor Jesús, el único exento del pecado. Tu Cruz, oh Cristo, Dios nuestro, adoramos y Tu Santa Resurrección alabamos y glorificamos, porque Tú eres nuestro Dios, a ningún otro

conocemos y Tu Nombre invocamos. Fieles acudan todos y adoremos la Santa Resurrección de Cristo, porque por la Cruz entró el júbilo en el mundo entero. Bendigamos al Señor en todo tiempo y cantemos Su Resurrección, porque habiendo padecido la Cruz por nosotros, destruyó la muerte con la muerte.
¡Brilla! ¡Brilla! ¡Brilla, oh nueva Jerusalén, la gloria del Señor, ha brillado sobre Ti! Alégrate y danza, y exulta oh Sión. Resplandece, oh Purísima Theotokos, en la Resurrección de Tu Hijo.
Oh noble, oh amada, oh dulcísima palabra Tuya, porque
Tú, oh Cristo, prometiste fielmente estar con nosotros hasta el fin de los siglos y nosotros los fieles, nos aferramos a esta promesa como a un áncora de esperanza y nos regocijamos.
Oh Cristo, Pascua sublime y santísima, Sabiduría, Verbo y Fuerza de Dios, danos el poder de entrar en comunión más íntima contigo, en este día de Tu Reino sin ocaso.
Se abren las Puertas Reales y sale con el Santo Cáliz cubierto con la kálima y exclama:
S: Con temor de Dios, fe y amor, acérquense.
C: Dios es el Señor y ha resplandecido sobre nosotros,
bendito el que viene en el nombre del Señor.
Los fieles Ortodoxos que están preparados y desean comulgar se acercan, hacen una reverencia con humildad y devoción y reciben la Santa Comunión. Al dársela, el Sacerdote dice:
S: El (la) siervo (a) de Dios N……., recibe el Santo y Sagrado Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Dios y Salvador Jesucristo, para el perdón de sus pecados y para la vida eterna.

Durante la comunión de los fieles, el Coro canta:
C: Reciban el Cuerpo de Cristo.
Beban de la Fuente de la inmortalidad.
Aleluya. Aleluya. Aleluya.
Terminada la Comunión de los fieles, el Sacerdote bendice al
pueblo con el Santo Cáliz cubierto con la kálima diciendo:
S: Salva, oh Dios, a Tu pueblo y bendice Tu heredad.
C: Hemos visto la verdadera luz, hemos recibido el Espíritu Celestial, hemos encontrado la verdadera fe.
Adoremos a la Trinidad Indivisible,
porque Ella nos ha salvado.
En Grandes Fiestas se canta el Troparion de la Fiesta.
El Sacerdote incensa tres veces los Santos Dones diciendo cada vez:
S: Exáltate sobre los cielos,
oh Dios y sobre toda la tierra Tu gloria. (3)
El Sacerdote se prosterna ante el Altar, toma el Santo Cáliz cubierto y dice:

   Tiempo Pascual
C: Cristo resucitó de entre los muertos,
destruyendo la muerte con Su muerte.
Otorgando la vida, a los que estaban en la tumba.

Bendito sea nuestro Dios,
Se vuelve al pueblo y exclama:
perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.
El Sacerdote se dirige hacia el Altar de la Proskomidia y deposita
el Santo Cáliz y lo incensa tres veces.
C: Llénese nuestra boca de Tu alabanza, oh Señor,
para cantar Tu gloria,
porque nos has hecho dignos de participar
de Tus Santos Misterios inmortales y vivificadores. Consérvanos en Tu santidad para que todo el día meditemos Tu justicia.
Aleluya. Aleluya. Aleluya.
El Sacerdote regresa al Altar y dobla el Antimension.
S: ¡Levantémonos!
Habiendo participado de los Divinos, Santos, Puros, Inmortales, Celestiales, Vivificadores y Sorprendentes Misterios de Cristo, demos dignas gracias al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
S: Ampáranos y sálvanos, Ten misericordia y consérvanos, oh Dios en Tu gracia.
C: Señor, Ten piedad.

Tiempo Pascual
C: Cristo resucitó de entre los muertos,
destruyendo la muerte con Su muerte.
Otorgando la vida, a los que estaban en la tumba.

S: Habiendo pedido que todo este día sea perfecto, santo, pacífico y sin pecado, encomendémonos todos mutuamente los unos a los otros y toda nuestra vida a Cristo nuestro Dios.
C: A Ti, Señor.
S: Te damos gracias, Señor Filántropo, Bienhechor de nuestras almas y cuerpos, pues hoy nos has hecho dignos de participar de Tus Misterios celestiales e inmortales. Endereza nuestro camino, confírmanos a todos en Tu temor, conserva nuestra vida y afianza nuestros pasos, por las oraciones y súplicas de la gloriosa Madre de Dios y siempre Virgen María y de todos los Santos.
El Sacerdote hace la señal de la Cruz sobre el Altar con el Evangeliario y proclama:
S: Porque eres nuestra santificación, y a Ti rendimos gloria, al + Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.
El Sacerdote deposita el Evangeliario sobre el Antimension y proclama:
S: Salgamos en paz.
C: En el Nombre del Señor.
S: Roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.

Oración Detrás del Ambón
S: Señor, que bendices a los que Te bendicen y santificas a los que ponen en Ti su confianza, salva a Tu pueblo y bendice Tu heredad. Conserva la plenitud de Tu Iglesia. Santifica a los que aman la magnificencia de Tu Casa, glorifícalos con Tu poder divino y no nos abandones a nosotros que ponemos en Ti nuestra esperanza. Concede la paz al mundo, a Tus Iglesias, a los Sacerdotes, a nuestras autoridades, y a todo Tu pueblo. Porque toda buena dádiva y todo don perfecto proviene de las alturas y desciende de Ti, el Padre de las Luces. A Ti rendimos gloria, gracias y adoración,
al + Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.
+ Bendito sea el Nombre del Señor,
desde ahora y por los siglos. (3)
El Sacerdote vuelve al Santuario y se dirige al Altar de la
Proskomidia donde reza:
S: Oh Cristo nuestro Dios, que eres las plenitud de la Ley y de los Profetas, que has cumplido toda la dispensación del Padre, llena nuestros corazones de júbilo y de alegría, perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

      Tiempo Pascual
C: Cristo resucitó de entre los muertos,
destruyendo la muerte con Su muerte.
Otorgando la vida, a los que estaban en la tumba. (3)

Bendición Final
S: Roguemos al Señor.
C: Señor, Ten piedad.
El Sacerdote se vuelve hacia el pueblo bendiciéndolo y diciendo:
S: La bendición, la gracia y la misericordia del Señor desciendan sobre ustedes, por Su gracia y Su amor, perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.
El Sacerdote se vuelve hacia el icono de Cristo diciendo:
S: Gloria a Ti, Cristo nuestro Dios y nuestra esperanza, gloria a Ti.
C: Gloria al + Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Señor, Ten piedad. (3)
Padre, bendiga.

         Tiempo Pascual
Cristo resucitó de entre los muertos,
destruyendo la muerte con Su muerte.
Otorgando la vida, a los que estaban en la tumba. (3)

S: Que Cristo nuestro Dios verdadero,
(insertar la frase designada)
-Quien resucitó de entre los muertos-
por la intercesión de Su Purísima e Inmaculada Madre;
por la virtud de la preciosa y vivificadora Cruz;
la protección de las honorables e incorpóreas Potestades Celestiales;
las súplicas del ilustre y glorioso Profeta y Precursor, Juan Bautista;
de los Santos, gloriosos y alabadísimos Apóstoles;
de los Santos Mártires, gloriosos y triunfantes;
de nuestros piadosos y teóforos Padres;
de nuestro venerable Padre entre los Santos
Juan Crisóstomo, Arzobispo de Constantinopla;
de los Santos N……. (de la Iglesia),
Patronos de esta Santa Iglesia;
de los Santos y justos Joaquín y Ana, abuelos del Señor; de N…… (Santos del día) cuya memoria celebramos hoy, y de todos los Santos, Tenga piedad de nosotros y nos salve, porque es Bueno, Misericordioso y Filántropo.
El Sacerdote viendo al icono de Cristo dice:
S: Por las oraciones de nuestros Santos Padres,
Señor Jesucristo, Dios nuestro,
Ten piedad de nosotros y sálvanos.
C: Amén.
El Sacerdote bendice al pueblo con la Santa Cruz diciendo:
S: Que la Santísima Trinidad los conserve a todos, perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos
de los siglos.
C: Amén.

Antidorón
El Sacerdote da a besar la Santa Cruz a los fieles, y reciben el
Antidorón (pan bendito, no la Santa Comunión), mientras el
Sacerdote dice a cada persona:
S: La bendición del Señor y Su misericordia.
El Sacerdote dice a la última persona que recibe el Antidorón:
S: La bendición del Señor y Su misericordia, desciendan sobre ustedes, por Su gracia divina y Su amor a la humanidad, perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
C: Amén.
***

Oraciones de Agradecimiento
Para Después de la Santa Comunión
Lector: Gloria a Ti, Dios nuestro, gloria a Ti. (3)
Primera Oración por San Basilio el Grande
Te doy gracias, oh Señor Dios mío, pues no me has rechazado a mí pecador, sino que me has hecho digno de participar de Tus Santo Sacramentos. Te doy gracias porque siendo indigno me has permitido comulgar de Tus Purísimos y Celestiales Dones, y Tú, Señor Filántropo, que por nosotros has muerto y resucitado y nos has dado estos Misterios temibles y vivificadores para beneficio y santificación de nuestras almas y cuerpos, haz que sean para sanar mi alma y cuerpo, para rechazar toda adversidad, para iluminar mi fe, para que mi amor sea sincero, para plenitud de sabiduría, para cumplir Tus mandamientos, para acrecentar Tu gracia divina y para alcanzar Tu Reino. Que guardado por ellos en Tu santidad, recuerde siempre Tu gracia y no viva sólo para mí, sino para Ti, nuestro Señor y Benefactor. Y que así cuando salga de esta vida con la esperanza de la vida eterna, pueda alcanzar el descanso perpetuo, donde no cesa el canto del os que Te celebran y donde el gozo de los que contemplan la bondad de Tu faz es sin fin. Porque Tú eres el verdadero deseo y el gozo indecible de los que Te aman, oh Cristo Dios nuestro y toda la creación canta Tus alabanzas por siempre. Amén.

Segunda Oración por San Basilio el Grande
Oh Señor Jesucristo Dios nuestro, Rey de los siglos, Creador de todas las cosas, Te doy gracias por todos los bienes que me has dado y por la comunión de Tu Misterios Purísimos y Vivificadores. Te ruego, oh Bueno y Filántropo, guárdame bajo Tu protección, a la sombra de

Tus alas y concédeme, hasta mi último aliento, participar dignamente y con una conciencia pura, de Tus Santos Dones, para la remisión de mis pecados y la vida eterna. Porque Tú eres el Pan de Vida, Fuente de Santidad, Dador de todo lo bueno y a Ti rendimos gloria, junto con el Padre y el Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Tercera Oración por San Simeón Metáfrastes
Oh Tú, Quien voluntariamente me has dado Tu Cuerpo como mi alimento, Tú que eres el fuego que consume a los indignos, no me quemes, oh Creador mío, sino entra en todos mis miembros, mis riñones, mi corazón. Quema las espinas de todos mis pecados. Purifica mi alma, santifica mis pensamientos, fortalece mis huesos, ilumina mis sentidos. Clávame entero a Tu temor. Protégeme siempre, presérvame y guárdame de toda palabra y obra que corrompe el alma. Purifícame, límpiame y adórname. Hazme gentil, dame entendimiento e ilumíname. Hazme templo solamente de Tu Espíritu y ya no el hogar de muchos pecados. Que toda cosa mala y toda pasión carnal se aleje de mí como del fuego al volverme Tu morada por la Comunión. Te ofrezco como intercesores a todos los Santos, los Capitanes de los Ejércitos Incorpóreos, Tu Precursor, los sabios Apóstoles y aun más, a Tu Pura e Inmaculada Madre, cuyas súplicas Tú aceptas, oh mi Cristo compasivo y hazme a mí Tu siervo, hijo de la luz. Porque Tú sólo eres nuestra santificación, oh Bueno, y la luz de nuestras almas y a Ti como Dios y Señor cada día como es digno damos gloria.

        Cuarta Oracion por San Cirilo de Alejandría
Oh Señor Jesucristo Dios nuestro, que Tu Santo Cuerpo sea para mí vida eterna y Tu Preciosa Sangre, para la remisión de mis pecados. Que esta Eucaristía sea para mi felicidad, salud y gozo. Y hazme a mí, pecador, digno de estar a la derecha de Tu gloria en Tu temible Segunda Venida, por las oraciones de Tu Purísima Madre y de todos los Santos. Amén.

          Quinta Oración a la Theotokos
Oh Santísima Señora Theotokos, luz de mi alma oscurecida, mi esperanza, protección, refugio, consuelo y alegría. Te doy gracias por haberme permitido a mí indigno, ser partícipe del Purísimo Cuerpo y la Preciosa Sangre de Tu Hijo. Oh Tú que diste a luz a la Verdadera Luz, da la luz del entendimiento a los ojos de mi corazón. Tú que diste a luz a la Fuente de la Inmortalidad, revíveme a mí muerto en el pecado. Oh Tú Madre amorosa del Dios misericordioso, ten piedad de mí y concédeme compunción y contrición de corazón, humildad en mis pensamientos y liberación de las ataduras de mis vanas imaginaciones. Y concédeme hasta mi último aliento, recibir sin condenación la santificación de los Purísimos Misterios, para la sanación de mi alma y cuerpo. Y otórgame lágrimas de arrepentimiento y confesión, con las que pueda alabarte y glorificarte todos los días de mi vida, porque Tú eres bendita y glorificada por siempre. Amén.
Terminada la distribución del Antidorón, el Sacerdote vuelve y se dirige al Altar de la Proskomidia y consume el resto de los Santos Dones. Luego, se quita las Vestimentas Sagradas y dice la siguiente oración:

S: Ahora ya Señor, puedes dejar a Tu siervo irse en paz, según Tu palabra. Porque mis ojos han visto Tu salvación, la cual tenías destinada ante la faz de todos los pueblos, luz que ilumine a las naciones y gloria de Tu pueblo Israel.
L: + Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal,
Ten piedad de nosotros. (3)
+ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Trinidad Santa, Ten piedad de nosotros.
Señor, purifícanos de nuestros pecados.
Maestro, perdona nuestras transgresiones.
Santo, visítanos y cura nuestras dolencias por Tu nombre.
Señor, Ten piedad. (3)
+ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Padre nuestro que estás en los Cielos, santificado sea Tu Nombre. Venga Tu Reino, hágase Tu voluntad así en tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy,
perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal.
S: Pues Tuyo es el Reino, el poder y la gloria, del
+ Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
L: Amén.

Troparion de San Juan Crisóstomo (Tono 8)
L: La gracia de Tu boca brillando como un rayo de fuego,
ha iluminado al universo.
Ha mostrado al mundo las riquezas de la pobreza.
Nos ha revelado las alturas de la humildad.
Enseñándonos con tus palabras, oh Padre Juan Crisóstomo,
intercede ante el Verbo, Cristo nuestro Dios,
que salve nuestras almas.
+ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Kontakion de San Juan Crisóstomo (Tono 6)
Recibiendo la gracia divina del cielo,
enseñaste a todos a adorar a un Dios en tres Personas,
oh bienaventurado Juan Crisóstomo.
Te alabamos justamente pues tú eres nuestro maestro,
revelando cosas divinas.
Ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Theotokion (Tono 6)
Firme Protectora de los Cristianos,
Abogada constante ante el Creador;
no rechaces las voces suplicantes de nosotros pecadores.
Sino en Tu bondad, ven rápidamente
a ayudarnos a los que te clamamos con fe.
Apresúrate a escuchar nuestra petición e interceder por nosotros, oh Theotokos,
pues Tú siempre proteges a los que te honran.
Señor, Ten piedad. (12)

C: + Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Más honorable que los Querubines,
y más gloriosa incomparablemente que los Serafines,
Tú que sin mancha has engendrado a Dios el Verbo, verdaderamente Theotokos te alabamos.
S: Gloria a Ti, Cristo nuestro Dios y nuestra esperanza,
gloria a Ti.
C: Gloria al + Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Señor, Ten piedad. (3)
Padre, bendiga.
Que Cristo nuestro Dios verdadero, (insertar la frase designada)
-Quien resucitó de entre los muertos-
por la intercesión de Su Purísima e Inmaculada Madre;
de nuestro venerable Padre entre los Santos Juan Crisóstomo, Arzobispo de Constantinopla;
de los Santos N... (de la Iglesia), Patronos de esta Santa Iglesia;
de los Santos y justos Joaquin y Ana, abuelos del Señor;
de N... (Santos del día) cuya memoria celebramos hoy,
y de todos los Santos, Tenga piedad de nosotros y nos salve, porque es Bueno, Misericordioso y Filántropo.

 Tiempo Pascual
Cristo resucitó de entre los muertos,
destruyendo la muerte con Su muerte.
Otorgando la vida, a los que estaban en la tumba. (3)

Por las oraciones de nuestros Santos Padres, Señor Jesucristo,
Dios nuestro, Ten piedad de nosotros y sálvanos.
C: Amén.
El Sacerdote se prosterna delante del Santo Altar, lo besa y sale en
paz Del Santo Templo.
***

                                   Catecismo Ortodoxo

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